Entraste en mi vida y no me di ni cuenta cuando, y sin darme cuenta hoy en ti estoy pensando. Me acostumbraste a acostumbrarme a tu forma de ser, me acostumbre a necesitar tus besos porque me hacen bien. Y hoy me pregunto quien soy yo para decirte lo que por mi tienes que hacer. Mi dulce mujer si tan solo para mi te podria tener, no compartiria tu belleza por miedo a perder. Y es que no se que hacer...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario